La forma en que comemos influye directamente en cómo pensamos, sentimos y envejecemos.
Una revisión publicada en el British Medical Journal en 2024 —una de las más amplias hasta la fecha— analizó los hábitos alimentarios de casi 10 millones de personas en todo el mundo.
Las conclusiones son claras y contundentes:
Cuantos más alimentos ultraprocesados se consumen, mayor es el riesgo de ansiedad, depresión, diabetes, obesidad y mortalidad prematura.
En otras palabras: lo que comemos no solo alimenta el cuerpo, también nutre (o perjudica) la mente.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados y por qué afectan a la salud?
Los alimentos ultraprocesados (UPF) son productos industriales elaborados con ingredientes poco naturales: harinas refinadas, azúcares añadidos, grasas de baja calidad y aditivos.
Están pensados para ser baratos, rápidos y sabrosos, pero no aportan nutrientes esenciales y pueden dañar la salud metabólica y cerebral.
Ejemplos habituales: bollería industrial, embutidos, platos precocinados, sopas instantáneas, preparados en polvo de yogures y postres, cereales azucarados, zumos envasados, refrescos y snacks salados.
Aparentemente inofensivos, a largo plazo alteran la microbiota intestinal, aumentan la inflamación y pueden afectar la cognición.
En las residencias geriátricas, la alimentación también es terapia
En el ámbito geriátrico, la alimentación forma parte del cuidado integral.
No solo aporta energía: también influye en el ánimo, la memoria y la vitalidad.
Muchas residencias han sustituido la cocina tradicional por opciones más rápidas pero menos saludables.
Los estudios muestran que una dieta rica en ultraprocesados está asociada con:
- Más depresión y ansiedad.
- Mayor fragilidad y pérdida de masa muscular.
- Peor calidad del sueño.
- Menor esperanza de vida.
En cambio, las comidas frescas y naturales mejoran la salud cognitiva, reducen la inflamación y favorecen el bienestar emocional y físico.
Recuperar la cocina casera: una herramienta de prevención
Volver a cocinar es posible, incluso en colectividades. Algunos cambios que marcan la diferencia:
- Menús equilibrados con alimentos frescos, locales y de temporada.
- Purés naturales, cremas, guisos suaves o pescado al horno, evitando el uso excesivo de productos industriales.
- Formar y motivar al personal de cocina y cuidadores en técnicas de cocina saludable.
- Desayunos y meriendas saludables: fruta fresca, pan integral, yogur natural o frutos secos.
- Fomentar la participación de los residentes en actividades relacionadas con la alimentación.
Recuperar la cocina cotidiana no solo mejora la salud física, sino que también aporta placer, dignidad y bienestar emocional. Cada plato preparado con intención es una forma de cuidar.
BioSalut: especialistas en nutrición geriátrica
En BioSalut, ofrecemos servicios de:
- Diseño de menús saludables adaptados a las necesidades de los residentes.
- Auditorías de gestión y calidad alimentaria.
- Formación y motivación en cocina saludable para el personal de las residencias.
- Asesoramiento nutricional personalizado para personas mayores y sus familias.
Creemos que una alimentación saludable es esencial para una vida larga y plena.
Contacta con nosotros
Si diriges una residencia geriátrica o cuidas de un familiar mayor, contacta con nosotros para conocer cómo podemos ayudarte a mejorar la calidad de vida a través de la alimentación.
Preguntas frecuentes sobre alimentación saludable en las personas mayores
¿Qué alimentos ultraprocesados deben evitarse en una residencia geriátrica?
Se recomienda reducir o eliminar galletas, refrescos, platos precocinados, embutidos y cereales azucarados, ya que aportan poco valor nutricional y pueden afectar la salud de los residentes.
¿Por qué los alimentos ultraprocesados afectan la salud mental y física?
Estos alimentos pueden alterar la microbiota intestinal, aumentar la inflamación y afectar a los neurotransmisores, contribuyendo a trastornos como la ansiedad, la depresión y la fragilidad física.
¿Cómo puede ayudar BioSalut.cat a mi residencia?
Ofrecemos servicios de diseño de menús saludables, formación en cocina saludable y asesoramiento nutricional adaptado a las necesidades de los residentes.
¿Es posible mantener una cocina saludable con poco tiempo o recursos?
Sí, con una buena planificación y formación, es posible ofrecer menús saludables y equilibrados sin necesidad de grandes recursos.
Enlace al estudio original
Para más información sobre el estudio citado, puedes consultar el artículo completo aquí:
Ultra-processed food exposure and adverse health outcomes – BMJ
