Según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), hasta un 30% de las infracciones en seguridad alimentaria en residencias geriátricas están relacionadas con la falta de formación del personal en manipulación de alimentos. Por ello, en un entorno donde se cuida a una población especialmente vulnerable, como las personas mayores, garantizar una formación actualizada es esencial para prevenir riesgos sanitarios, intoxicaciones y problemas derivados del manejo inadecuado de alérgenos.
Además, la formación en higiene y manipulación de alimentos no solo protege la salud de los residentes, sino que también ayuda a las instituciones a cumplir con la normativa y consolidar una imagen de calidad y responsabilidad.
Cabe destacar que la Ley 28/2015 de seguridad alimentaria y nutrición establece la obligación de formar adecuadamente a todo el personal que manipula alimentos. Asimismo, a nivel europeo, el Reglamento (CE) 852/2004 exige que los manipuladores reciban una formación específica, continua y adaptada a su puesto de trabajo para garantizar la inocuidad de los alimentos.
1. MARCO NORMATIVO
En Cataluña, el Decreto 202/2004 regula la formación obligatoria en sectores como las residencias geriátricas. Aunque no hay un plazo legal establecido para renovar la formación, se recomienda hacerlo cada 2 o 3 años, especialmente en entornos con alta rotación de personal y gran responsabilidad sanitaria.
La AESAN subraya que la formación debe ser documentada, adecuada a las funciones concretas y garantizada por la empresa operadora.
2. CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE FORMACIÓN
Las infracciones más habituales relacionadas con la falta de formación incluyen:
- Falta de higiene personal y del espacio de trabajo.
- Manipulación incorrecta de alérgenos.
- Conservación y almacenamiento inadecuados de los alimentos.
Estas prácticas pueden derivar en:
- Pérdida de confianza de las familias y de la reputación del centro.
- Reacciones alérgicas, trastornos digestivos, intoxicaciones.
- Sanciones económicas por parte de las autoridades sanitarias.
3. ROTACIÓN Y RENOVACIÓN DEL PERSONAL
La rotación habitual del personal en residencias geriátricas hace imprescindible establecer un protocolo de formación continuada. Por este motivo, renovar los conocimientos cada 2 o 3 años, o cuando hay nuevas incorporaciones, evita riesgos y errores habituales.
Este proceso también ayuda a:
Mejorar la coordinación entre cocina, auxiliares y personal de atención directa.
Reforzar el compromiso del personal.
Promover una cultura interna de seguridad alimentaria.
4. MEJORAS EN LA FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN
Para garantizar el cumplimiento de las normativas y mejorar la seguridad alimentaria, en BioSalut ofrecemos formación presencial y personalizada para residencias geriátricas. Esta formación se adapta a las necesidades concretas del centro e incluye:
- Interacción directa para resolver dudas.
- Simulaciones prácticas en el entorno real.
- Seguimiento posterior para evaluar la aplicación real de los conocimientos.
Además, BioSalut certifica el centro con un sello propio de calidad alimentaria, que se puede mostrar como garantía de confianza para familiares y futuros residentes.
CONCLUSIÓN
La formación continua en higiene y manipulación de alimentos es fundamental para la seguridad, calidad y reputación de las residencias geriátricas. Ante una población frágil, es necesario ser rigurosos y proactivos.
Por ello, en BioSalut acompañamos a los centros con programas prácticos, actualizados y certificados que mejoran tanto la salud de los residentes como la tranquilidad de los equipos directivos. No deje la seguridad alimentaria al azar: contacte con BioSalut ahora y asegure un entorno de confianza y excelencia.
PREGUNTAS FRECUENTES (FAQ)
¿Por qué es esencial la formación en manipulación de alimentos en residencias?
Para prevenir contaminaciones, intoxicaciones y reacciones alérgicas en una población especialmente vulnerable.
¿Con qué frecuencia debe renovarse la formación?
Cada 2 o 3 años, o cuando hay nuevas incorporaciones, según recomendaciones de AESAN y buenas prácticas.
¿Qué normativa la regula?
La Ley 28/2015, el Reglamento (CE) 852/2004 y el Decreto 202/2004 en Cataluña.
¿Quién debe realizar el curso?
Todo el personal que participa en la preparación, manipulación, servicio o almacenamiento de alimentos: cocina, auxiliares y personal de apoyo.
¿Qué ventajas tiene la formación presencial?
Mejora el aprendizaje con prácticas reales, resolución de dudas inmediata y adaptación al entorno del centro.
¿Cómo ayuda BioSalut a las residencias?
Con formaciones personalizadas, seguimiento activo y un sello de calidad que refuerza la imagen y la seguridad del centro.