La hidratación nocturna en personas mayores es un tema clave en el día a día de las residencias geriátricas, servicios de atención domiciliaria y para familiares cuidadores. En Biosalut, especialistas en nutrición geriátrica y dietética en la vejez, nos preguntamos a menudo: ¿es útil dar un vaso de agua antes de ir a dormir? Y si no, ¿qué alternativa podemos ofrecer?
Deshidratación nocturna y riesgo de ictus en personas mayores
Durante la noche, el cuerpo entra en reposo, pero sigue perdiendo líquidos. En las personas mayores institucionalizadas o en situación de dependencia, este fenómeno puede agravarse por diversos motivos:
- Pérdida de la sensación de sed
- Reticencia a beber para evitar ir al baño
- Miedo a caídas nocturnas
- Tratamientos con diuréticos o restricciones hídricas
Una deshidratación leve pero mantenida puede aumentar la viscosidad de la sangre y favorecer accidentes cerebrovasculares (ictus), desequilibrios, mareos o confusión mental.
Sopas, cremas y purés: claves para una hidratación nocturna segura
Aquí es donde la cocina geriátrica puede ofrecer una solución nutricional eficaz: cenas suaves e hidratantes que aporten líquido, minerales y confort digestivo.
Beneficios de incluir sopas o purés en la cena:
- Favorecen la hidratación nocturna sin aumentar la micción nocturna
- Son fáciles de deglutir (esencial en disfagia o fragilidad)
- Permiten añadir minerales como magnesio, potasio y un poco de sal yodada
- Se pueden enriquecer con aceites saludables, proteínas vegetales y fibra suave
Además, son platos versátiles que se adaptan a texturas modificadas o requerimientos nutricionales específicos de cada residente o persona mayor.
¿Beber agua antes de dormir? Una práctica a revisar
¿Beber un vaso de agua por la noche puede prevenir el ictus? Aunque puede parecer una medida lógica, no hay evidencia científica directa que avale este efecto. Lo que sí sabemos es que una hidratación regular durante el día es fundamental para la salud vascular. Y que por la noche, una ingesta elevada de líquidos puede provocar:
- Interrupción del sueño
- Incontinencia nocturna
- Aumento del riesgo de caídas en residencias y domicilios
Una alternativa más segura y eficaz es ofrecer alimentos hidratantes como cremas, purés o caldos, que aportan líquido y micronutrientes de forma más funcional y segura.
Recomanacions per a equips geriàtrics, famílies i cuidadors
Para optimizar la hidratación nocturna y reducir riesgos asociados a la deshidratación, recomendamos:
- Planificar cenas con alimentos líquidos como cremas de verduras, purés o caldos naturales
- Evitar grandes cantidades de agua justo antes de dormir
- Potenciar el consumo de infusiones suaves o alimentos hidratantes durante el día
- Formar al personal auxiliar y de enfermería sobre signos de deshidratación en personas mayores
- Ofrecer pequeños vasos de agua o infusiones por la tarde, especialmente en personas con poca movilidad
Base científica relevante
- Un estudio publicado en Nutrición Hospitalaria (2017) señala que la deshidratación es un problema frecuente en personas mayores institucionalizadas, afectando su función cognitiva y aumentando el riesgo de complicaciones como el ictus. Consulta aquí: https://www.nutricionhospitalaria.org/articulo/2202
- El artículo de Intramed (2015) destaca la importancia de la hidratación adecuada en la tercera edad para la prevención de accidentes cerebrovasculares y la mejora del bienestar general. Enlace: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=71614
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener una correcta ingesta de agua como medida preventiva de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, especialmente en la población geriátrica.
- Diversos estudios en nutrición geriátrica subrayan que alimentos líquidos y semilíquidos, como sopas, cremas y purés, son esenciales para mejorar la hidratación y el estado nutricional, ayudando a reducir riesgos de caídas y deterioro cognitivo.
Conclusión para residencias y cuidadores: cuidar la hidratación desde la cocina
Un buen plato caliente e hidratante por la noche puede tener más impacto que un vaso de agua a última hora.
Las sopas, cremas y purés son herramientas dietéticas con beneficios neuroprotectores y preventivos, especialmente útiles en entornos de residencia geriátrica y atención a domicilio.
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